martes, 18 de agosto de 2009

Señalización frente a la seguridad industrial.

Las señales acústicas utilizadas como señales de alarma o aviso tienen la ventaja, respecto a las señales visuales, de no estar limitadas respecto al campo de audición, contemplado este en su variable angular, dado que nuestro sistema auditivo abarca 360°. Incluso la localización angular de la fuente, aunque dependiente de la frecuencia, es bastante precisa. En general, las señales luminosas y acústicas utilizadas como señales de alarma o aviso deben complementarse en función de variables tales como el nivel sonoro ambiental, iluminación, etc.
Las señales acústicas utilizadas como aviso o alarma deben cumplir un requisito fundamental: han de ser señales perfectamente audibles e identificables por todo el personal potencialmente afectado por la actuación que la señal acústica desea informar. Este requisito implica el adecuado diseño de la emisión en función de la distancia, velocidad del viento, etc. Si bien se puede tender a un diseño de máximos (elevados niveles y uso de frecuencias más sensibles) parece también lógico compatibilizar, en lo posible, tales requisitos con la mínima molestia causada a las personas que no son objeto de las señales de aviso, a fin de minimizar las molestias que tales señales pueden originar.
Conscientes de la importancia que la señalización acústica posee en los puestos de trabajo, especialmente en aquellos donde tal tipo de señales son la única forma práctica de aviso, el Instituto Navarro de Salud Laboral (INSL) y el Laboratorio de Acústica del Departamento de Física de la Universidad Pública de Navarra firmaron un programa de actuación específico para evaluar la efectividad y el grado de cumplimiento de la señalización acústica en los entornos laborales. En este trabajo se presentan los resultados generales del citado programa

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